lunes, 11 de septiembre de 2017

LAS ESTRELLAS TIENEN NOMBRE... Y AMOR

¡Cuantas veces miramos a las estrellas por la noche! A veces, al menos yo, incluso sin darnos cuenta, perdiéndonos en lo infinito de su mágica disposición y brillo... Otras siendo conscientes de que las exploramos, buscando alguna en concreto, tratando de leer alguna forma en la unión de varias, o intentando discernir si son estrellas o satélites artificiales.
Tal vez sea solo yo quien se pasa la vida mirando al cielo y nadie de quienes leeis esto lo hagáis. Quizás ni os interese... pero es que yo miro a las estrellas con amor, con energía positiva. Y ellas me dan paz y fuerza. Sinceramente, siempre sin saber sus nombres porque... ¿sabíais que las estrellas pueden tener nombres? No, no me refiero a las constelaciones grandes, sino a otras estrellas que vemos y tienen nombre. Y es que hay registros de estrellas, ¿lo sabíais?

HERNIA DIAFRAGMATICA CONGENITA
Hay quienes sabéis que antes de tener a mi hija Laura ya había perdido un bebé de pocas semanas de gestación, y entre Laura y Pablo perdí otros cuatro bebés que también llevaban pocas semanas en mi vientre. Y allí, entre las estrellas, concretamente en la segunda a la derecha (sí, la de Peter Pan y el País de Nunca Jamás), Laura y yo decidimos ubicar su espacio. El de todas las personas que amamos y hemos tenido que ir despidiendo. Supongo que algún día volaremos también a esa estrella, quién sabe.

Pero hace poco decidimos ampliar nuestro territorio, decidimos que si nuestros seres amados tenían su estrella, nos apetecía que otras familias tuvieran la suya también. ¡Hay todo un firmamento esperando a que depositemos nuestro amor y esperanza en él! ¿Por qué no ofrecer una parte pequeñita a personas que queremos y que tienen también un ser muy amado que no está en sus brazos?
Por circunstancias de la vida y de mi trabajo, conozco a muchas familias que han despedido a sus bebés antes o poco después de nacer, familias que sufren esa pérdida, que viven con el dolor y viven su proceso de convertir el desconsuelo de la pérdida en la aceptación de un amor diferente, en el que no ven a la persona amada... ¡Habría tantas estrellas a las que pondría nombre y amor!

Sin embargo, supongo que por alguna hay que empezar... Y sé que Pablo recibe el amor de muchos de esos bebés, el de sus familias que generosamente desean lo mejor y más hermoso para nuestro pequeño guerrero. Familias que son parte de la nuestra en muchos casos y que no merecen una estrella para ellas y sus bebés, merecen un firmamento entero... ¡y mucho más! Nuestras familias compañeras en este duro camino de la Hernia Diafragmática Congénita, las que no han podido llegar a casa con sus bebés en brazos y quizás miran a las estrellas como yo, buscando la de sus bebés...

Y al fin he decidido empezar por dos... dos que al final simbolizan a muchas más... a muchos bebés que no voy a nombrar para no vulnerar la privacidad de sus familias pero que están siempre en nuestro pensamiento y corazón, que están siempre junto a esos bebés que luchan por su vida, junto a esos guerreros y guerreras que nos enseñan tanto cada día. Vosotros sabéis... vosotras sabéis...

Hoy vengo a contaros que hay dos estrellas más que tienen nombre en el firmamento, a deciros que dos pequeños héroes y sus increíbles familias tienen una estrella en el mapa del firmamento, gracias a una web maravillosa que he descubierto.
¿Sabéis que existe un registro internacional de estrellas en el que podéis poner nombre a una de aquellas que aún están huérfanas? Yo lo descubrí gracias a Etoilez Moi (la traducción sería algo así como "conviérteme en una estrella"), una web delicada y hermosa donde puedes regalar una estrella, por ejemplo, como recuerdo de bautismo. A través de ella, acabo de poner nombre a dos pequeñas estrellas que son inmensas en amor y valor suyo y de sus familias: Aarón y Alejandro. Dos pequeños grandes luchadores de la HDC que han acompañado nuestro camino en diferentes momentos.
HERNIA DIAFRAGMATICA CONGENITAAarón nació unas semanas antes que Pablo y falleció tras una lucha intensa acompañado de su
valiente y amorosa familia y de toda la energía del personal de UCIN del Hospital Universitario La Paz. Con su madre compartí embarazo, primeros pasos y miedos tras el diagnóstico... y ya nos quedamos juntas hasta hoy. Una mujer dulce, cariñosa, linda por dentro y por fuera y con una fuerza y confianza en su pequeño que me sigue emocionando.
Y Alejandro nació y falleció a las pocas horas de llegar tras la primera navidad de Pablo, tras una batalla contra todas las complicaciones y malos pronósticos, arropado por la energía increíble y potente de su familia que jamás tiró la toalla y luchó con todo el amor por y para él. Con su madre compartí la llegada a casa con mi pequeño mientras ella luchaba cada día por Alejandro durante el embarazo con la infinita e intensa energía y pasión que desprende esta mujer con alma y corazón infinitos y plenos de generosidad.
Hemos vivido tanto con estos dos pequeños, están tan dentro de nuestra alma, de nuestra familia... que necesitábamos también una estrella para que pudiéramos verles cada noche despejada y señalar esas estrellas a Pablo, señalar a dos de sus hermanos de alma, dos de sus ángeles protectores. ¿Qué menos que regalar una estrella al menos a dos de nuestros guerreros amados?

Sí, quizás os parece una tontería, pero para nosotros las estrellas son importantes, las miramos con esa mirada infantil maravillosa de ilusión que aún cree en la magia y la energía que desprenden. Y nos emociona poder asomarnos y ver a nuestro Aarón y nuestro Alejandro brillando como les corresponde, intensos, a la vista de todo el universo, de cada persona que mire arriba. Porque ellos merecen estar siempre presentes para todos, porque cada pequeño y pequeña que lucha como ellos lo han hecho debe ser recordado siempre, amado siempre, admirado siempre.

Así que la próxima vez que miréis las estrellas, recordad que hay dos con sus nombres entre ellas. Recordad que imposible es solo una palabra, que cada batalla que nos presenta la vida hemos de lucharla con el ejemplo de pequeños como los dos que ahora dan nombre a las estrellas Aarón y Alejandro. Que ellos no han perdido la batalla, ni ellos ni ninguno de los pequeños de HDC que no han podido llegar a casa con sus familias, ellos han enseñado una gran lección de amor por la vida y por quienes les aman. Ellos son hermosas estrellas que siempre brillarán en nuestros corazones... y ahora en el cielo gracias a esta hermosa iniciativa de Etoilez Moi.

Cada noche os buscaremos, pequeños... cada noche os amaremos.


Bea, mamá de Pequehéroe